Aunque me lleve media vida.
Recorreré cada centímetro de tu tierra indómita, hasta
aprendermela de memoria. Sumergiré mi mano entre tu pesado lodo, hasta dar
sentido a las turbulencias de tu pensamiento.
Estaré dispuesta a que me arañen las hierbas, que me atrapen las
hiedras... si son tuyas.
Y si soy yo,
Aunque tengas que esperar media vida,
Dejarás que tus hojas rompan bajo mis pies desnudos, hasta hacer
blues con mi piel.
Sentirás mi mano buscándote entre lo oscuro, lo oculto, hasta no
entender tus demonios sin mi mundo.
Desearás arañarme con tus hierbas, enredarme entre tus hiedras,
hacerme única propietaria del uso y disfrute de tus tierras.
Pero antes, en esa media vida,
Tendré que huir más veces de las que me expulses, volver a la
ciudad y su comodidad, andar con zapatos y abrigo, morir por falta de realidad
en el ritmo que le exijo a mis latidos.
Antes... tendrás que aprender a sobrevivir sin la
liberación entrecortada de mi oxígeno en tu oído, y sin oxígeno... Volverás a
mí, aunque te lleve media vida pensar cómo pedirme que vuelva a cumplir lo
prometido.
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Todo el mundo miente