miércoles, 17 de febrero de 2016

Matemáticas (II): Resuélveme.

Soy el producto de un pasado que supo cicatrizar, un presente inestable y un futuro demasiado promedor.
Soy la suma de mis victorias, entre parántesis, elevadas a mi fuerza. Soy la lista de sueños cumplidos que se resta al resultado sin afectarle. Sabes porque ¿no?: Soy infinita.

Por eso, por mucho que me reduzcan, dividan mis recuerdos y hallen la raíz cuadrada de mi sonrisa, sigo ahí, como la utopía que no lograrán alcanzar.

Soy la puta "x" que no pueden calcular, y me encanta. Prefiero estar posada en este problema, demasiado dificil como para  resolver; y que así me recuerden como la que se escapó del axioma de la exactitud de las matemáticas.
 Entiende que aquí me siento en mi área, hogar de esa ecuación de segundo grado a la que pertenezco: con resultado positivo y negativo. Ambos excluyentes entre sí, puesto esto sí que es el mundo real:
  • (-1): Inténtalo y pierde.
  • (+2): Resuélveme y gana.

Y casi juraría que para ti es negativo, ¿Te lo explico?
Es lógico: lo sencillo es lo probable, como tú y la primera opción que indico.

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