sábado, 6 de febrero de 2016

Intrascendente.

Lo soy.
Omito el "yo", porque no sé hasta que punto puedo tomarme la libertad de llamarme así, cuando nada es mío.
Ah. También soy gilipollas, y como buena poseedora de ese adjetivo, me limito a vivir en un mundo gobernado por unos defectos que me empequeñecen impidiéndome ser quien soy, y legislado por unas normas que hacen incoherente cada uno de mis pasos. Reconozco que a veces se me olvida, y entonces podréis verme regozijándomede cada una de mis mini-victorias, como si ellas pudieran iluminar la sombra de la realidad.
No pueden. Ni podrán, hay demasiada mierda que limpiar.


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" Házmelo fácil"- te pedí, y me regalaste una ecuación irresoluble.


Gracias por fallarme otra vez.

Ya sabes que me encanta cuando hacemos cosas juntos.

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