martes, 9 de febrero de 2016

Estaciones

Tú, que te acercaste atraído por el renacer que prometía la primavera de mis labios. Que pensaste que podría acariciarte como la brisa marina, y liberar el verano que ansías. 

Tú, que me desnudaste como el otoño, sin quitarme la ropa, sino cada una de las hojas que cubrían el invierno que escondo, y que me definen como la mala del cuento.
Sí, la mala.
La caprichosa que actuará de manera egoísta para sacar de ti lo que quiera. La que solo te aportará una incoherente inestabilidad que probablemente te destruya.

O te hiele, transformándote en mi invierno...

Tú, sí tú. Ahora que ves todo lo que implico, perdóname por pedirte:

No te rindas ahora, quédate conmigo.



Tráeme tu primavera.

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