viernes, 4 de septiembre de 2015

Jugamos a perder


Era un juego prohibido para menores de sentimientos o ganadores de otros torneos, pero tú jugaste. Juntaste a Cupido y al Destino sobre la misma mesa y les hiciste unirse a tu sonrisa. Y yo jugué, ¿Cómo no iba a jugar, si tú me lo pedías? ¿Cómo podía renunciar?
¿Y ahora le das al pause? Después de tantas tonterías entre ambos, de hacerme creer que el monstruo final no te asustaría, que lucharías y que todos los peros no supondrían nada…. Le das al pause.
Claro. ¿Pues sabes qué?
Yo sí le doy al “Play”. Acabemos.
Te quiero.

(…esperando a Jugador 2)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todo el mundo miente