Dudo de todo.
Dudo del futuro que me espera. Dudo de mi ciudad, no sé por
cuánto tiempo más será mía. Dudo de alguna gente a la que llamo amiga, no sé
por cuánto tiempo se lo podré seguir diciendo. Dudo de mi profesión, ya no sé
que busco ni donde se halla el sentido de realización que esperaba. Dudo del
significado de la palabra “familia” y del estado de embriaguez de quien decidió
darle un significado tan importante a una palabra como esa.
Dudo del Imposible, que apareció ante mí tentándome como si
algún día pudiese dejar de serlo. Que me hizo volver a soñar con algo
irrealizable, que me quitó horas de sueño para soñar con tenerlo.
Dudo del afecto, que me hizo quedarme a medio camino entre
un “Sí” y un “No”. Y es que se está tan cómoda en medio de la carretera, sin
tomar decisiones, dejando que sea el destino quien te mueva. Sin hacer nada,
dejando el tiempo pasar.
Tiempo. De ti también dudo. Me gustaría emborracharte y
trasplantarte mis dudas, conseguir que me devolvieses esa seguridad que tenía
al empezar este viaje, antes de perderme entre las realidades de monocromáticas
que tú diseñaste.
Dudo de todo, pero sobre todo de mí.
Lo único en lo que te puedo ayudar es en que, los amigos de verdad, permanecena tu lado en los momentos dificiles. By: Victor Barrio;)
ResponderEliminarAhí tienes razón. Gracias por leerme, Víctor :)
Eliminar