A pesar de haber ganado casi todas sus batallas, desde la lejanía, Aire soñaba con ser un rival decente para Fuego.
Lo cierto es que encima del rin, solo Aire podría convivir con Fuego sin quemarse. Solo él podría acercase a ella, atenuando sus llamas con su brisa, avivando los sueños que tenía por ganarle.
Allí, solo Fuego podría dejarle sin respiración, sudando para intentar controlar el ritmo de los latidos que ella le marcaba. Haciendo que el roce impulsivo de su piel le diese sentido a sus golpes por defenderse de un calor que le consume, cada vez que la ve acercándose.
Una pena...
Podríamos haber sido el arder de nuestros cuerpos al juntarse, el volar de las mentes al encontrarse en un cielo que crearíamos sin esforzarnos.
Lo sabes, ¿no? Podríamos habernos ganado.
Pero tardé en apostar bien mis cartas, fomentando que te rindieses antes de tiempo,y dejases la verdad escrita en la huída.
"Si quieres yo te cuento las cosas que te pasan, cuando abres al amor dejando la cadena echada, comprobarás que todas las cosas que no hacemos, después son esas mismas cosas que echarás de menos. Quiero follarte lento. Mirándote a la cara, leer tu cuerpo en braille con las luces apagadas. Quiero que entiendas esto"
"Y nada será tuyo salvo un ir hacia donde no hay donde"
Salvo la pérdida continua de metas, la desesperación de ver que es difícil seguir el camino que creías pautado. Camino errado en el que sigues buscando en "no" y sin saber cómo acercarte al "sí".
¿Y ahora?
Sin ir.
Esperando en el lugar de inicio.
Nada es tuyo.
Salvo la alegría incalculable de descubrir que perder el camino, implicó encontrarte.